Segunda Reflection |  24 de marzo

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Introduction

Este mes marca el comienzo de nuestra Novena de Nueve Meses a Nuestra Señora de Guadalupe, que culminará con nuestra Consagración a Ella el 12 de diciembre de este año.

Algunos se preguntarán ¿por qué hacer una Novena y Consagración a Nuestra Señora de Guadalupe? ¿Cómo ayudará la Madre de Dios a nuestro mundo en estos tiempos difíciles? ¿Qué auxilio llevó al Tepeyac en 1531?

Nuestra Señora trae a su Divino Hijo, Cristo Señor, quien es el único que es la salvación del mundo. Después de identificarse ante San Juan Diego como la Madre de Dios, Nuestra Señora declaró su misión:

Mucho quiero, mucho deseo, que aquí me levanten mi casita sagrada, en donde lo mostraré, lo ensalzaré al ponerlo de manifiesto, lo entregaré a las gentes en todo mi amor personal, a Él que es mi mirada compasiva, a Él que es mi auxilio, a Él que es mi salvación. (Nican Mopohua, nn. 26-28).

La misión de Nuestra Señora es igualmente válida para nuestro tiempo, como lo fue en el tiempo y lugar de San Juan Diego. Su misión, que está totalmente unida a la misión salvadora de su Divino Hijo, continúa hasta el Juicio final. Nuestra Señora no propone ninguna idea o acción política para enfrentar las diversas crisis que atravesamos. No, ella propone una persona, la persona de su Divino Hijo. Ella propone la unión más íntima del corazón con Él, con Su Sacratísimo Corazón, como único camino para obtener misericordia y, en definitiva, vida eterna. Le dice a Juan Diego que Cristo es su “mirada compasiva”, tanto como su “auxilio”, su “salvación”.

También de este modo nos muestra cuál es el auxilio que ofrecemos al mundo y la Iglesia en un tiempo de gran tribulación. Ofrecemos a Jesucristo. En la medida de lo posible, deseamos que aquellos que nos aman vean el rostro de Cristo y sean atraídos hacia Aquel que es el único que puede salvarlos.

Segunda Reflexión

Quienes deseen leer una transcripción de la reflexión en video encontrarán este texto y otras lecturas complementarias al final de esta página.

Oremos.

En los primeros días de la novena, lleven los acontecimientos de la primera aparición en sus corazones mientras rezan lo siguiente cada día:

Oh Virgen Madre de Dios, acudimos a tu protección e imploramos tu intercesión contra las tinieblas y el pecado que envuelven cada vez más al mundo y amenazan a la Iglesia. Tu Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, te dio como Madre nuestra al morir en la Cruz por nuestra salvación. Así también, en 1531, cuando las tinieblas y el pecado nos asediaban, Él te envió, como Nuestra Señora de Guadalupe, al Tepeyac, para conducirnos a Aquel que es nuestra única luz y nuestra salvación.

Por tus apariciones en el Tepeyac y tu presencia permanente con nosotros en la tilma milagrosa de tu mensajero, San Juan Diego, millones de almas se convirtieron a la fe en tu Divino Hijo. Por medio de esta novena y de nuestra consagración a ti, imploramos humildemente tu intercesión para nuestra cotidiana conversión de vida a Él y la conversión de millones más que aún no creen en Él. En nuestros hogares y en nuestra nación, condúcenos hacia Aquel que es el único que obtiene la victoria sobre el pecado y las tinieblas en nosotros y en el mundo.

Une nuestros corazones a tu Corazón Inmaculado para que encuentren su verdadero y duradero hogar en el Sacratísimo Corazón de Jesús. Guíanos siempre a lo largo de la peregrinación de esta vida hacia nuestro hogar eterno con Él. Que nuestros corazones, uno con el tuyo, confíen siempre en la promesa de salvación de Dios, en su misericordia inagotable, para todos los que se vuelven a Él con un corazón humilde y contrito. Por medio de esta novena y de nuestra consagración a ti, oh Virgen de Guadalupe, conduce a todas las almas de América y del mundo a tu Divino Hijo, en cuyo nombre te lo pedimos. Amén.

Cardenal Raymond Leo Burke

Otras lecturas

Los que deseen aprender más sobre las Apariciones de Nuestra Señora de Guadalupe pueden encontrar el texto del Nican Mopohua en el siguiente enlace.

Nican Mopohua

Aquellos interesados en aprender aún más pueden disfrutar de una presentación que Su Eminencia realizó recientemente, que examina el inmenso mérito literario y espiritual del Nican Mopohua. Está disponible en el siguiente enlace.

PRESENTACIÓN DEL CARDENAL

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