Participa en esta novena de 9 meses, que terminará con la consagración a Nuestra Señora de Guadalupe el 12 de diciembre. Recibirás mensajes ocasionales del Cardenal Burke.
A lo largo de la novena, recibirás cada mes por e-mail mensajes de aliento y consejos espirituales del Cardenal Burke hasta el día de la Fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe.
A lo largo de la novenas, recibirás cada mes por e-mail mensajes de aliento y consejos espirituales del Cardenal Burke hasta el día de la Fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe.
En un mundo que se enfrenta a grandes enfermedades, una guerra persiste en Europa. Después de años de tregua, una nueva invasión de Palestina amenaza con desestabilizar Medio Oriente. Los debates teológicos están politizados y llevan a millones de creyentes a abandonar la fe.
Un obispo escribe: si la mano de Dios no interviene directamente, todo estará perdido.
El año es 1531.
En las afueras de la ahora Ciudad de México, la Virgen María aparece ante un sencillo indígena y le hace un humilde pedido.
Un continente se convierte y el curso de la historia cambia para siempre.
Fue durante una época muy parecida a la nuestra que, hace 500 años, Nuestra Señora se apareció por primera vez a San Juan Diego. Una vez más, nos enfrentamos a enfermedades, guerras y una profunda confusión espiritual. Una vez más, muchas pobres almas se sienten tentadas a temer que se perdió toda esperanza.
Pero Nuestro Señor no nos ha llamado al miedo. No importa la oscuridad de nuestra época, a los hombres y mujeres de fe no les falta la verdad y el amor de Cristo, ni el fiel cuidado de su madre. A través de la humilde y valiente cooperación de San Juan Diego con la gracia, la intercesión de Nuestra Señora transformó el mundo y condujo a millones de almas a Cristo. Es este mismo cuidado y protección maternal que buscamos hoy, un cuidado y protección que ella nos otorgará si se lo pedimos seriamente.
Hay paz real, milagrosa y transformadora en la protección del Manto de María. Con este fin, el Cardenal Burke hace un llamado a todos los católicos a unirse a él en una urgente Novena buscando la intercesión de Nuestra Señora. Quienes se inscriban para acompañar al Cardenal en este apremiante esfuerzo recibirán cada mes reflexiones en video del Cardenal, y ocasionalmente mensajes y oraciones por escrito.
Cuando Juan Diego abrió su tilma y aparecieron las rosas, se puso en marcha un milagro. El milagro continúa con nuestra participación en este histórico evento de oración a Nuestra Señora. Únase al mundo en oración.
A partir del 12 de marzo, rezaremos diariamente por la intercesión de Nuestra Señora. El Cardenal Burke ha compuesto una oración específicamente para esta Novena. Se puede encontrar la oración digital a continuación.
Cada mes, Su Eminencia enviará una breve meditación sobre las apariciones de Nuestra Señora de Guadalupe, así como mensajes de aliento a lo largo de tu viaje espiritual durante estos meses llenos de gracia.
Además de breves reflexiones de video, Su Eminencia proporcionará reflexiones escritas para ayudarte a profundizar en el amor por Nuestra Señora y por Jesucristo, Su Hijo.
DE LA NOVENA DE NUEVE MESES A NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE
Se reza diariamente a lo largo de la Novena de nueve meses a partir del 12 de marzo hasta el 12 de diciembre de 2024.
Oh Virgen Madre de Dios, acudimos a tu protección e imploramos tu intercesión contra las tinieblas y el pecado que envuelven cada vez más al mundo y amenazan a la Iglesia. Tu Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, te dio como Madre nuestra al morir en la Cruz por nuestra salvación. Así también, en 1531, cuando las tinieblas y el pecado nos asediaban, Él te envió, como Nuestra Señora de Guadalupe, al Tepeyac, para conducirnos a Aquel que es nuestra única luz y nuestra salvación.
Por tus apariciones en el Tepeyac y tu presencia permanente con nosotros en la tilma milagrosa de tu mensajero, San Juan Diego, millones de almas se convirtieron a la fe en tu Divino Hijo. Por medio de esta novena y de nuestra consagración a ti, imploramos humildemente tu intercesión para nuestra cotidiana conversión de vida a Él y la conversión de millones más que aún no creen en Él. En nuestros hogares y en nuestra nación, condúcenos hacia Aquel que es el único que obtiene la victoria sobre el pecado y las tinieblas en nosotros y en el mundo.
Une nuestros corazones a tu Corazón Inmaculado para que encuentren su verdadero y duradero hogar en el Sacratísimo Corazón de Jesús. Guíanos siempre a lo largo de la peregrinación de esta vida hacia nuestro hogar eterno con Él. Que nuestros corazones, uno con el tuyo, confíen siempre en la promesa de salvación de Dios, en su misericordia inagotable, para todos los que se vuelven a Él con un corazón humilde y contrito. Por medio de esta novena y de nuestra consagración a ti, oh Virgen de Guadalupe, conduce a todas las almas de América y del mundo a tu Divino Hijo, en cuyo nombre te lo pedimos. Amén.
Cardenal Raymond Leo Burke